Amigos en estos tiempos muy pocos, que te den confianza y confíen en ti menos, hoy te diremos un hasta pronto querido Cap. Álvarez como cariñosamente te llamábamos.
En tiempos de oscuridad y penumbras distes luz a nuestra lucha, fuiste guía de batallas y maestro de estrategias, en tu nave siempre había espacio para todos y disposición para enrumbar el curso, en lo personal amigo fue en tu oficina que conocí muchas cosas que cambiaron mi vida, aprendí a planificar y estructurar planes de batalla, fuiste padre fundador y miembro honorifico de Eru, nuestro único pilar y punto de apoyo, fue en tu espacio que nació el proyecto que hoy sigue creciendo y evolucionando, la vida no te dio para ver cuánto hemos avanzado pero sé que estas muy orgulloso de que el periodiquito aun después de años siga luchando por vivir, camarada fue usted quien me puso al frente de ella y la unió a mi lucha, fue usted quien me encamino por este rumbo y al final fue ella quien me apoyo incondicionalmente y se robo más que mi lealtad, amistad, cariño sino que además se incrusto en mi alma y me hiso evolucionar y confiar, quizás nadie lo recuerde o lo sepa, pero aquella tarde en tu oficina ayudabas a alguien en sus clases y yo me puse a su orden para apoyar y de ahí mi vida cambio para siempre y no entendí hasta, tú la pusiste hay para el resto de mi vida, para conformar una nueva sociedad, no solo en revolución influyo tu concejo, sino que se extendió a todos los aspectos del ser que hoy te escribe, no fui tu alumno ni tu camarada mas obediente, pero sin duda alguna fuiste maestro y ejemplo, siempre pedias apoyo para que me controlaran en mis impulsos de rebeldía, siempre por algo discutíamos pero al final el objetivo fue logrado y luego de ello te impresionamos con los cambios que realizamos y cuanto juntos habíamos logrado, se que siempre confiaste en nosotros pero sin duda alguna sobrepasamos tus expectativas.
Usted formo nuestro ser así como de los de todos y cada uno de los que lo conocieron, hoy rindo merecido homenaje pos mortem a usted Capitán, y Eru se enluta al publicar tan lamentable pérdida, que no será olvidada ya que cuando las cosas se hacen bien perduran por la eternidad y usted nos dio la pauta de cómo marchar y hoy tras su partida seguiremos su ejemplo de honestidad, lealtad, amistad y sobre todo sinceridad, para ser cada uno en el mañana por venir orgullo de haber pasado por tu oficina y aprender de ti, gracias amigo por tantas cosas que no hayo como decir, que tu alma alcance la morada de paz que merece y desde donde estés sigas sonriendo como te recuerdo siempre. Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos, y a partir de este momento está prohibido llorar, te has ido en cuerpo pero en nuestras almas quedaras como guía y maestro, Hasta siempre Comandante, Patria o muerte.
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