Un
Estado mundial privatizado, la descomposición moral y espiritual de una
humanidad infectada de materialismo y estupidez…todo esto hará que estalle la
masa crítica.
Los bastardos Illuminati-israelitas siguen matando gente en
la Franja de Gaza y la estupidez colectiva global sigue en su normalidad. Los
masones terroristas occidentales de EE.UU, Inglaterra, Francia, siguen matando
gente en Irak, en Afganistán, en Somalia, en Yemen, en Mali, en Libia, en
Siria, mientras los inmundos medios de comunicación masiva de la prensa escrita
y de la televisión siguen desinformando, deformando la realidad para los
intereses de los podridos seres humanos que ostentan el poder y que anhelan
crear un Imperio Mundial. Así mismo, las ratas académicas continúan teorizando
a favor del nuevo orden mundial con desfachatez e ignorancia, defendiendo lo
indefendible, abriendo el camino hacia la peor tiranía. Por lo menos en Brasil,
en Turquía, en España, en Grecia, en Portugal se están dando levantamientos
populares reales contra el sistema de esclavitud que está sometiendo a la
humanidad, y estos levantamientos han venido para quedarse, hasta que no se
palpe realmente un cambio social real. A pesar de que exista la disidencia
prefabricada por la cual los gobiernos, las corporaciones y las élites,
financian y se infiltran con agentes traidores en los movimientos sociales, la
furia popular es imparable, nada ni nadie podrá detener la insurrección global contra el nuevo orden
mundial, mientras este sistema de la injusticia se mantenga vigente.
La crisis económica generalizada, la miseria y el hambre globalizadas, las guerras de despoblamiento del monstruoso complejo militar industrial, la concentración de riqueza en pocas manos, la destrucción paulatina de las libertades fundamentales, el control y la vigilancia absolutas por parte de un Estado mundial privatizado, la descomposición moral y espiritual de una humanidad infectada de materialismo y estupidez…todo esto hará que estalle la masa crítica, y el poder de facto no podrá detener la emancipación y la lucha de la gente por liberarse de esta brutal tiranía que se ha instaurado en el mundo.
Por más espionaje, vigilancia, control, totalitarismo, la estrategia de
los Illuminati del “ordo ab cao” (orden mediante el caos) se les va ir de la
mano, porque cada vez hay más gente que está consciente de lo que está pasando;
está consciente que una cofradía de repugnantes seres humanos que han hecho un
pacto con entidades de otros mundos piensan someter y esclavizar a la humanidad
y desatar una guerra nuclear para el despoblamiento humano y así instaurar un Gobierno
Mundial. Los bastardos de la élite iluminista judeo-masónica no podrán tapar el
sol con un dedo, no podrán mantener eternamente la ignorancia y la estupidez en
la gente, porque cada día hay más personas que ven la prisión global tal como
es. Por más que nos envenenen diariamente a través de la alimentación
cancerígena procesada, los fármacos mortales, las ondas electromagnéticas, las
estelas químicas en el cielo, la idiotización masiva por parte de los medios
masivos, al espíritu alerta no podrán dominar.
Las revueltas populares legítimas que están ocurriendo en
Turquía, Brasil o Grecia, son solo el principio del gran levantamiento mundial
contra los poderes establecidos en el mundo. Cada vez habrá más países que no
solo demandarán la dimisión de sus jefes de Estado, sino también las transformaciones
profundas y radicales para que las injusticias terminen de una buena vez por
todas. Sin embargo, es cierto que los Illuminati harán uso de estos
levantamientos populares para que los gobiernos que no sean afines a sus
intereses sean derrocados utilizando la disidencia prefabricada. Así mismo con
la escusa de mantener el “nuevo orden”
en pleno caos desatado, es posible que se instaure una dictadura mundial sin
precedentes por la cual la humanidad perderá por completo su libertad y pueda
ser sometido por unos monstruos que construirán campos de concentración para
encerrar al ganado humano y comer su energía.
Pero hay que tomar en cuenta que si la insurrección global se les sale de las manos a los masones Illuminati, y la subversión contra sus poderes establecidos sea masiva y generalizada, nada podrá hacer su poder geopolítico contra el poder de la gente, por más armas de destrucción masiva que ostenten, por más lavado cerebral que impongan con los modernos medios tecnológicos, la instintiva emancipación humana logrará liberar a las poblaciones de los tiranos que se han tomado el poder, y el inmundo Rey del Mundo, mesías de los judíos, será decapitado y con él todos sus súbditos y sus aliados alienígenas serán expulsados de este planeta para siempre. Mediante una consciencia despierta, una mente alerta, un espíritu combativo y libre, un amor verdadero a la vida y a la libertad, y al darnos cuenta que SOMOS MÁS, podremos aniquilar a los bastardos masones y a sus aliados de los otros mundos que ostentan el poder.
Tienen previsto desatar una Guerra Mundial para evitar que
el Rey del Mundo (el abominable mesías judío) sea destronado y decapitado, pero
las bombas nucleares y armas químicas y biológicas no podrán evitar la
liberación del espíritu. Es obvio que no se saldrán con la suya, las inmundas
entidades de los otros planos que quieren alimentarse de la humanidad, que anhelan esclavizarle para
siempre, jamás vencerán por el simple hecho de que nuestra consciencia despierta
se extiende hacia el infinito, por el simple hecho de que somos el infinito y
que en nuestro interior se esconde toda la potencia y energía cósmica del
infinito potencial que somos. Así, el combate sigue su curso, nadie ni nada
podrá detener las fuerzas que residen en el espíritu libre del ser humano.
Mientras nos mantengamos firmes y alertas ante lo que está
pasando en el mundo, mientras no caigamos en la zombificación y robotización que
promueven los monstruos que ostentan el poder, mientras cuestionemos la atroz realidad que vemos
en el día a día, mientras seamos reales, espíritus libres y alegres que aman el Amor, la Vida y la Libertad,
no habrá ni Dios ni Demonio que pueda contra la verdadera liberación.